Cambio Climático

 

A pesar de que el clima del planeta cambia en forma constante, nunca hasta ahora había alcanzado un ritmo como el actual, ni había sido consecuencia de interferencias humanas. Desde finales del siglo XIX, la temperatura media global ha aumentado 0,6 grados centígrados (ºC): se estima que la velocidad y duración de este calentamiento durante el siglo XX ha sido mayor que en cualquier período durante los últimos mil años. Del mismo modo, la década del 90 está considerada hasta hoy como la más calurosa del último milenio.

Los mayores cambios climáticos se produjeron a partir de la Revolución Industrial y, sobre todo, desde la segunda mitad del siglo XX, cuando se intensificaron el uso de combustibles fósiles –petróleo y el gas– y la deforestación. El uso de estos combustibles produce la mayor cantidad de emisión de gases de efecto invernadero.

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Residuos

Pilas

Las pilas son energéticamente ineficientes, ya que para construirlas se consume más energía que la que pueden brindar durante su vida útil, y son una fuente importante de contaminación. Las pilas usadas son residuos tóxicos peligrosos: arrojadas a la basura desprenden sustancias tóxicas como el mercurio y el cadmio, que contaminan el suelo y las napas o los cursos de agua.

En diciembre de 1992, Taller Ecologista comenzó la campaña de recolección de pilas usadas Poné las pilas en el Taller Ecologista, con el objetivo de lograr que los ciudadanos tomen conciencia de que se trata de un residuo tóxico, y que no pueden tener el mismo destino que el de la basura común.

En el marco del área de trabajo sobre Ciudades Sustentables y bajo el lema "Reciclar es el método de la Naturaleza", Taller Ecologista inició esta campaña que logró, por primera vez en Rosario, que los habitantes adopten una actitud distinta respecto de los residuos domiciliarios. La Municipalidad construyó cuatro repositorios especiales en 1995, y en el año 2000 construyó otro repositorio con una técnica constructiva diferente. En una segunda etapa, la Municipalidad de Rosario tomó a su cargo esta campaña.

De esta manera, a la fecha, no hay en nuestra ciudad alternativas para una gestión ambientalmente adecuada de las pilas en desuso. Para más información podés comunicarte con Divulgación Ambiental al teléfono 4802740 interno 135, o a la Dirección de Control Ambiental, 4804674.

Para el caso de las pilas comunes y alcalinas, la ley 26184/06 impuso límites al contenido de mercurio, cadmio y plomo, los cuales son los elementos que revisten mayor preocupación de estar presentes en las pilas. De esta forma la peligrosidad de este tipo de pilas ha disminuído y por tal motivo y mientras no existan otras alternativas de manejo, las mismas pueden desecharse con la basura domiciliaria. Esta opción aún no se encuentra suficientemente desarrollada en nuestro país, existiendo solamente empresas dedicadas a la recuperación de metales en pilas o baterías recargables, pero a través de procesos sumamente cuestionados en términos ambientales.

Las empresas fabricantes hasta ahora no han asumido adecuadamente la responsabilidad por los residuos que representan las pilas al final de su vida útil, siendo los ciudadanos y municipios quienes se han hecho cargo de su gestión. Los resultados pueden ser cuestionables, pero en definitiva son las empresas (fabricantes o importadoras en ausencia de las primeras) quienes debieran cargar con esta responsabilidad, ya sea para reciclarlas o de no ser viable para disponerlas en forma segura, asumiendo los costos que ello implica. Es imprescindible la pronta sanción de leyes nacionales que implementen este principio para la gestión de las pilas (así como para otras categorías de residuos) para dar una solución definitiva a este problema.

A causa de la generación creciente de residuos, cada vez más abundantes y peligrosos, se torna muy difícil la recolección y el tratamiento. 
 

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